dissabte, 11 de juliol del 2020

Encontrar algo que no buscabas: SERENDIPIA

¿Sabías que algunos inventos y medicamentos han sido fruto de la serendipia?
El RAE define serendipia 
 1. f. Hallazgo valioso que se produce de manera accidental o casual

Un invento anti-nazi: el magnetrón 


Al fracaso hay que unir la casualidad, la serendipia. Esto ha sido clave en muchos momentos de la historia de la ciencia, desde el descubrimiento de la penicilina hasta la aparición de la primera radiografía. Nuestra historia está plagada de ejemplos similares.
En 1941 los ingleses John Randall y H.A. Boot, dos científicos de la Universidad de Birmingham (Inglaterra), que trabajaban en la detección de aviones alemanes en el cielo inglés -mediante la emisión de ondas- diseñaron un aparato denominado magnetrón.
Fue un verdadero éxito que puso en apuros a la Luftwaffe. De no haber sido por este invento es posible que Inglaterra hubiese caído mucho antes que Estados Unidos se decidiera a intervenir en la contienda.
Tras la victoria aliada, el magnetrón quedó arrinconado junto a otros dispositivos de “no uso”, pero todo cambió en apenas dos años, cuando un ingeniero norteamericano, Percy Spencer, decidió optimizarlo.

Gracias a unas chocolatina

Parece ser que cierto día, Spencer se dio cuenta que mientras estaba frente al magnetrón una barrita de chocolate que llevaba en el bolsillo se había derretido. Es posible que para cualquiera de nosotros este suceso hubiese quedado en una simple anécdota, pero no para este científico.
Empezó a realizar diferentes experimentos, colocó un huevo y palomitas de maíz cerca del generador y analizó lo que sucedía. Asombrado vio, al cabo de un rato, que el huevo estaba perfectamente cocinado y que las palomitas habían reventado.
De esta forma tan inesperada acababa de descubrir que la exposición a microondas electromagnéticas era capaz de calentar los alimentos. Acababa de gestar la patente número 2.495.429 de los Estados Unidos, el microondas, que no fue comercializado hasta el año 1947.
Este invento no sólo cambió nuestras vidas sino también la disposición de las cocinas, fue necesario hacer un hueco a un nuevo electrodoméstico. Hay que recordar que los primeros prototipos no se parecían en nada a los actuales y que sus precios tampoco eran asequibles a todos los bolsillos.
El primer microondas medía más de un metro y medio y pesaba más de sesenta kilos, con un precio en el mercado que no bajaba de los tres mil dólares. El coste y las dimensiones frenaron su previsible éxito de ventas.
Spencer falleció en 1970, tras haber alumbrado más de un centenar de patentes, y sin conocer el verdadero alcance de su “magnetrón modificado”. Qué agradecidos están nuestros estómagos tanto a Prometeo como a Percy Spencer.
El descubrimiento de la penicilina se debe a una serendipia.
Os recomiendo un libro sobre el tema





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